El GPS, ¿hasta qué punto es fiable?

El GPS, ¿hasta qué punto es fiable?

El GPS es solo orientador. Y entre sus defectos está el de no localizar obstáculos en la superficie. Un arte como el de la navegación no puede girar en torno a un solo dispositivo. Éste no es infalible en sus datos y, además, puede quedarse sin batería o estropearse.

El objetivo de la tecnología es, o debería ser, hacer la vida más fácil al usuario. Hablamos del GPS, un dispositivo de ayuda al navegante

Los sistemas de localización vía satélite han alcanzado gran difusión, sobre todo en los últimos años, gracias a sus precios asequibles. Y en estos días, que se caracterizan por la creación de necesidades, el GPS ha encontrado su sitio a bordo de las embarcaciones, sustituyendo a otros instrumentos de navegación.

Para muchos, el GPS es un dispositivo preciso, certero. Parten de la base de que la información que proporciona es inequívoca. Esto es incorrecto. Una de las quejas más relevantes que se han puesto de manifiesto es el retraso en la actualización de la información. El GPS es solo orientador. Y entre sus defectos está el de no localizar obstáculos en la superficie.

Un arte como el de la navegación no puede girar en torno a un solo dispositivo. Éste no es infalible en sus datos y, además, puede quedarse sin batería o estropearse. Sí es cierto que, combinado con otros elementos cartas, publicaciones especializadas, compás, radar como parte de un todo, de un sistema, facilita una navegación segura.

Hoy en día la combinación de la electrónica y la informática han dado lugar a pequeñas maravillas tan completas como los GPS portátiles, alimentados con pilas, batería o conectados a la red de 12 voltios a través de su adaptador. No se trata de un ser inteligente, sino que precisa de unas instrucciones mínimas. En primer lugar, debemos proporcionarle las coordenadas de nuestra posición en grados, minutos y segundos. Además, necesita recibir la señal del satélite y conocer cuáles se encuentran disponibles. Esta debe llegar sin interferencias, limpia. La recepción defectuosa puede deberse a ciertas características en la estructura de las embarcaciones, accidentes geográficos o del relieve, o a campos magnéticos próximos al aparato. Recordemos que el GPS es un ordenador que necesita procesar la información que contiene y localizar las funciones y programas instalados. Solo así se puede garantizar su rendimiento. Debemos darle un tiempo para la localización de satélites y el arranque.

En cuanto a marcas y precios, hay muchas opciones; Furuno, Garmin, Lowrance, Magellan o Humminbird ofrecen desde modelos portátiles de poco más de 100 euros hasta modelos de Sonda GPS-Plotter que llegan a los dos mil.

Este dispositivo está programado para proporcionar información en tres dimensiones. Una de estas es obvia: la embarcación siempre está al nivel del mar, por lo que se recomienda introducir de forma manual este dato, que corresponde a la distancia entre la antena y la línea de flotación. Para el GPS queda precisar la latitud y longitud.

Tal vez sea mucha nuestra insistencia en llevar siempre cartas de navegación, pero lo cierto es que lo tradicional, el papel y el bolígrafo, nunca fallan.

Los GPS nos informan, conforme a una pauta establecida previamente, de si nos mantenemos en el rumbo correcto, pero no olvidemos que al software no le afectan las corrientes ni los vientos, así como tampoco la desviación del compás o la declinación magnética. Los expertos en navegación recomiendan no dejar de lado el compás, ya que la señal del GPS no siempre es de calidad.

Los que conocen el mar siempre llevan un cuaderno, una libreta en la que anotar datos de la travesía, no solo para conocer el recorrido, sino para recordar, en el peor de los casos, la vuelta a puerto si falla la tecnología.

Fuente: JUAN C. RODRÍGUEZ. > https://www.lavozdegalicia.es/